Corría el año 2013, era una agradable noche del mes de marzo, se notaba  en el aire esa calidez de la primavera, Valencia siempre estaba radiante en esa época, aunque para  Victoria Insiliam  estaba siendo una de las peores noche de su vida, estaba cabizbaja no le apetecía nada asistir  casi obligada a la fiesta de la familia  MCalister, por su posición en el trabajo era imposible rehusar a ello, amén de que esta familia era la que la había recogido y ayudado a lo largo de estos últimos 10 años, no podía poner en peligro su tapadera.

Su puesto como  directora de la  mayor empresa de interiorismo de la región, le permitía acceder  a la alta sociedad y conocer todos sus secretos, cuando están interesados en que sus fastuosas mansiones dejen impresionados a sus iguales, no reparan en gastos y sus lenguas se desatan sin darle mayor importancia, pretendiendo tan solo el intentar devaluar a tal o cual familia.

Como exiliada siempre debía ir un paso por delante de sus enemigos, no era la primera vez que salía de situaciones complicadas, pero el volver a encontrarse con  el hombre de ojos verdes, ponía todo su cuerpo en tensión y el pánico la instaba a huir a toda costa.

Mientras se alejaba del bullicio de la fiesta poniendo la mayor distancia posible, entre ella y ese sujeto que tanto la inquietaba, su única preocupación se centraba en no correr y que su rostro no reflejara todo el pánico que sentía en estos momentos, cuando levanto la vista y lo vio entrar en la fiesta, todo su pasado, pasó ante sus ojos y supo que ese hombre podría echar a perder lo que tanto esfuerzo le había costado conseguir.

Cuando él poso su vista sobre ella, sabía que había hecho una mala elección con ese vestido, el color verde esmeralda ponía de manifiesto el tono nacarado de su cutis y acentuaba sus pecas, su metro setenta se veía realzado por un generoso escote en su espalda y sus cabellos rojos, cuidadosamente recogidos en un gracioso moño, no pasaban inadvertidos, a pesar de todo sus ojos de ese peculiar color violeta no podían apartarse de él.

 

En su precipitación por salir de allí, eligió el peor camino posible, las grandes vidrieras quedaban a sus espaldas y al volver la vista, lo vio mirar en todas direcciones como si la estuviera buscando, se encamino hacia un pasillo lateral pensado que posiblemente encontraría una habitación desde la cual pudiera acceder al jardín y allí perderse en la noche.

Llego ante una puerta cerrada, pero escucho voces de hombres en el  interior  y siguió andando, al final del pasillo recordó que estaba la biblioteca, y hacia allí se encamino, cuando llego ante la puerta cerrada puso atención y al no escuchar nada, abrió sigilosamente la puerta y entro cerrando tras de sí a toda prisa, como pensaba sus grandes ventanales daban al jardín, ya se encaminaba hacia ellos, cuando escucho voces que se acercaban, -aquí no nos molestara nadie, escucho decir a una voz de hombre, presa del pánico pensó con rapidez, no le daría tiempo para lograr salir, así que se escondió detrás de las pesadas cortinas, agradeciendo la oscuridad de la sala, si conseguía mantenerse en total silencio, quizás no la descubrieran.
Mientras esperaba, recordó cuando hacía ya 10 años se había visto en esta misma situación en el castillo de su familia, este se hallaba ubicado en el norte de Irlanda y ella siempre había sido feliz allí, si familia era numerosa y un tanto especial, pero su castillo se hallaba lo suficientemente alejado de la civilización, como para que tan solo sus vecinos supieran su secreto, pero las cosas habían cambiando cuando un barco inglés encalló en los acantilados que rodeaban el castillo y sus hermanos trajeron a ese hombre de ojos verdes gravemente herido, su madre no pudo evitar el apiadarse de él y curo su cuerpo, desvelando así su secreto a un extraño y poniendo en peligro a toda la familia, a pesar de todo el inglés, pensaban que lo era, a consecuencia del naufragio había perdido su memoria y no recordaba nada de su pasado.

 

Convivió con ellos durante poco tiempo, pronto descubrieron que era una persona muy importante, lo estaban buscando, el día que un barco atracó en la bahía, su madre la obligo a esconderse y la hizo prometerle que ella no se daría a conocer, pasara lo que pasara, ella pensó que a pesar de tener 22 años, su madre la seguía tratando como a una niña.

Cuando esos hombres altivos llegaron al salón de su familia, ella desde su escondite podía verlos perfectamente a todos, desde un principio le cayeron francamente mal, el hombre de los ojos verdes, no reconoció a ninguno de ellos, pero lo reclamaron alegando que era un gran duque y que su familia estaba muy preocupada por él, dándoles las gracias a mi padre el duque de Ulster, por los servicios prestados y diciéndole que jamás olvidarían ese gran favor que habían recibido en el castillo  Dunluce del condado de  Antrim. Se marcharon llevándose con ellos al misterios hombre de ojos verdes que jamás llego a decirnos su nombre.

 

Días después otro barco atraco en la bahía y ella se encontraba de visita en casa de la familia Alister, mucho tiempo después pudo averiguar  todo lo acontecido esa noche, lo propicio la familia del duque Alexander Colville, padre del herido, su médico cuando lo atendió descubrió el gran secreto de nuestra familia, pensaron que éramos un peligro, por ello esa trágica noche atacaron y masacraron a toda su familia, ella tan solo se salvo por que desconocían su existencia, se prometió a si misma que algún día los vengaría, pues aunque habían peleado bien, poca oposición podía ofrecer siendo canalizadores de los elementos, contra los grandes canalizadores de líneas luminosas, tan solo mi madre, era una canalizadora de líneas, sus hermanos como ya es sabido heredan los dones del padre, en cuanto las mujeres heredan las de la madre, ella la única excepción, pues por un capricho del destino, había heredado de las dos partes.

Volvió al presente cuando la puerta de la biblioteca se abrió y volvió a cerrarse,
sus oídos captaron como le daban la vuelta a la llave en la cerradura y puso especial atención a las voces. Escucho la voz grave de había oído hablar en el pasillo, que  dirigiéndose a alguien le decía,
-Esta todo preparado entonces?, debe parecer algo fortuito y no queremos que nadie nos pueda relacionar con ello, ya sabes que se abrirá una investigación.

Todo lo está, le contesto otra voz de hombre, el próximo  mes los Colville darán una fiesta y allí se ultimara todo,  ya sabéis  que son unas de las mayores familias de este condado y jamás sospecharan que algo así se les venga encima.
-Perfecto, no quiero que nada delate a nuestro señor, hasta que llegue el día, pero el sacrificio de la familia Colville junto a todos sus invitados, abrirá un portal por el cual nuestros señor podrá acceder al fin a este plano, será el regalo perfecto,  entregarle  esa familia, es la recompensa que les da los traidores.

Dicho esto los dos  conspiradores salieron de la biblioteca, dejando a Victoria temblando por la tensión, se le había olvidado que tenía que huir de  allí, tan solo podía pensar que su misterioso hombre de ojos intensamente verdes formaba parte de la familia  Colville y que pretendían masacrarla como  habían hecho con la suya.

Ella era la canalizadora de los elementos más poderosa en este plano, ello se debía a la herencia de su padre, pues podía  pedir ayuda a la naturaleza, pero también podía abrir una línea luminosa gracias al don natural que heredaba por parte de su madre,  a pesar de las señales habían ido llegando, jamás se imagino que algo así pudiera volver a pasar, su mágica era de sanación y aunque detestaba a la familia Colville con toda su alma, sabía desde hacía mucho tiempo que nunca podría infundirles ningún mal y que no podría eludir sus principios, los pondría sobre aviso, pero si lo hacía, ellos podrían poner fin a toda su extirpe, pues ella estaría en clara desventaja sobre ellos, aunque había pasado mucho tiempo y el viejo Alexander Colville  había muerto tiempo atrás, no conocía las expectativas de sus descendientes.

Mientras todo esto acontecía, Alexander Colville maldecía por lo bajo, llevaba diez largos años intentando encontrar a la única superviviente del clan MQuilín, hacía tan solo unos días que esa información había llegado a él a través de los anfitriones de la fiesta, al decirle que la famosa decoradora de interiores Victoria Insiliam, era en realidad la hija huérfana de duque de Ulster y que su apellido en realidad era MQuilín, pero que había considerado que no era el adecuado para  una simple decoradora de interiores.

Alexander quería ante todo pedirle disculpas por lo que su padre había hecho con su familia y se proponía brindarle toda la protección y ayuda que necesitara, jamás pudo perdonar a su padre por lo que había hecho, quería serle de utilidad a la joven e intentar conseguir su perdón, pero como llevaba sucediendo estos últimos años, cada vez que conseguía encontrarla, aunque todas las anteriores veces habían sido de manera fortuita, ella había conseguido escabullirse sin dejar rastro.

Cuando la vio aparecer por un pasillo, caminando hacia donde él se encontraba, solo pudo fijarse en que su rostro había perdido el color y en sus ojos se observaba un atisbo de pánico, juro que conseguirá el perdón para él y para su familia, aunque para ello debiera de contarle que su padre había sido un insensato, que había seguido a un dios oscuro y  malvado que lo llevo a masacrar a su familia, y al final encontrar su propia muerte, él como duque de Colville debía enmendar todos los errores de su padre. Fue tal su frustración que decidió de marcharse y aclarar sus ideas.

Victoria vio sus ojos cuando la localizaron y siento el terror dentro de sí, pero era fuerte y haría lo que era correcto, además pensó, las cosas no podían ponerse mucho peor de lo que ya estaban …

 

Capitulo aportado por:

eldeantes

El no era de fiestas de esmoquin ni de cumpleaños ni siquiera de esas que se preparan para homenajear al anfitrión, definitivamente estaba fuera de lugar, ¿aún se preguntaba como había llegado aquí?. Se acomodó en la escalinata de la entrada, sacó el cigarrillo que le ofreció la camarera y después de un año sin fumar lo encendió....

 

De entré sus dedos, surgió una nota, retorcida, arrugada, notas que resisten ser tiradas y olvidadas, volvió sus ojos al horizonte, pensó, recordó, estiró la nota y la guardó.

Quería perderse en la noche, pero le era imposible, conocía bien todos sus recovecos, sus trampas, sus luces y también sus sombras. La miró desde algún umbral desconocido y pensó que quizás, estaría bien, que el tiempo se ralentizara, le facilitara unas horas, pero , ya sabía de antemano que ni el tiempo le pondría las cosas fáciles.
Sin embargo notó, en un fugaz instante, en un despiste del tiempo, un cruce de miradas, ¿fue un chispazo, o una señal del destino?. Saltó los peldaños de la escalinata, sacó la llave del BMW y pisó el acelerador, no tenía más tiempo, pero prometió volver, lo único que le mantuvo en esa decisión fue, su rostro brillante marcado por sus pecas, sus cabellos rojos y esos ojos violetas de mirada limpia y clara , envuelta ella entera en un aura de misterio. Conectó el DVD y sonó con todos sus decibelios Hungry Heart, del Box. Tenía mucho trabajo por delante clasificar toda la información obtenida y conseguir descubrir quien estaba detrás de todo aquello....

Todo había dado un giro de 180 grados, se encontraba en tierras irlandesas , cielos grises y lluvias pertinaces. Se había alojado en un pequeño hotel a las afueras del pueblo, como siempre no quería llamar mucho la atención. Le habían llegado algunos mensajes de cautela a su correo privado.. Antes de continuar con el motivo que le había traído a estas tierras había decidido darse una vuelta por los alrededores, con un atuendo de peregrino mochilero.

Entre en el primer bar que vi abierto " The king's arms" rezaba el cartel de la entrada, me apoyé junto a la barra.
- Una pinta bien fría por favor.
- Un hombre junto a la ventana se estaba terminándose su jarra de cerveza , no tenía el aspecto del típico irlandés, por lo que me animé, a sacarle algo de información.
- Cuando cambiará el tiempo,, dejé caer.
- Me miró de arriba abajo , amigo aquí no espere días soleados, ni siestas calurosas, esto es Irlanda., el agua cala hasta los huesos y el viento si sopla es frío y cortante, ¿Qué hace aquí , un español, en un lugar tan apartado y sólo como un hongo?
Estoy haciendo un reportaje fotográfico de los castillos irlandeses, y quise empezar por el del clan de los MCalister, (mentí) ya veo que es hombre de mundo, quizá , un marinero bretón que ha recalado en estas aguas , sin abandonarlas por culpa de alguna pelirroja de ojos azules?.
Henry que ese era su nombre se echó una carcajada, y me animó a que le invitara a otra ronda. Muchacho tienes buen ojo para la gente.
El castillo está teniendo muchas visitas últimamente, gente importante, creo que no has llegado en buen momento, tampoco creo que les guste mucho la idea de reportajes, creo que vas atener que empezar por otro castillo menos atareados que este.

Las cervezas iban cayendo una tras otra y Henry se le iba soltando la lengua. Shssssss entré tú y yo , hay leyendas, cuentos que dicen que los MCalister, tienen poderes sobrenaturales, me guiñó un ojo y puso el dedo sobre sus labios , indicando silenció. Venga Henry no me dirás que tú crees ahora en hadas, brujas y encantamientos, hice la intención de retirarle la jarra, pero enseguida la apuró diciéndome.... ya la puedes retirar.
Yo no bebía tan deprisa como Henry y eso hacía que aún mantuviera la compostura.
Alzó los ojos a través de la ventana y haciéndome un gesto con la mirada, me dice,

- Quieres ver un MCalister, ves aquella muchacha montada en ese caballo negro?

- La veo.....

- Es Victoria una MCalister, si tienes alguna posibilidad de hacer el reportaje, tendrás que contar con ella.
Victoria, con que ese era su nombre, esta era una oportunidad única para tener una aproximación a ella y a su gente, nos volvemos a encontrar Victoria. (pensé).

 

Capitulo aportado por:
arwen-hija-de-la-luna

Cuando se estaba acercando al joven Colville, vio como este se daba media vuelta, bajaba la escalinata y montaba en su coche, quedo tan asombrada que no fue capaz de reaccionar, hasta ahora había sido ella la que había huido siempre, cuando reaccionó era demasiado tarde, pues el coche había desaparecido en la noche y con su ya no tan misterioso hombre de ojos verdes.

Se disculpo con sus amigos los MCalister, alegando que el día siguiente iba a ser un duro día de trabajo y se marcho de la fiesta, sin poder quitarse de la cabeza al joven Colville, mientras conducía a casa, no dejaba de buscar la forma de hacerle llegar el mensaje que él había evitado en la fiesta al marcharse, pensó que tendría que hablar con Andrea MCalister para conseguir, coincidir como por casualidad con el joven Colville, debía de ponerlo sobre aviso, llego a casa, mientras se cambiaba de ropa iba dándole vueltas a como le plantearía la cuestión a Andrea, pues una vez hubiera preguntado por él, sabía que Andrea no cejaría hasta conseguir saber toda la verdad, pensó que lo más adecuado sería decirle que quería volver a verlo, pues sus ojos verdes la habían cautivado, pero se había marchado tan rápido que no había sido posible el que los hubieran presentado.

Días más tarde se entero a través de Andrea que el joven se llamaba Alexander y estaba de viaje, curiosamente tenía previsto el pasar muy cerca de sus tierras, incluso le proporciono el itinerario de su viaje, puesto que había sido ella la que se lo había gestionado todo.
Alegando que la habían mandado llamar, preparo a su vez el viaje, dejo el trabajo que estaba realizando muy planificado con sus ayudantes y puso rumbo a Irlanda, le dolía volver allí, y sabia que se estaba exponiendo a peligros que llevaba evitando 10 años, pero debía hablar con Alexander Colville y ponerlo sobre aviso de lo iba acontecer en la fiesta que su familia estaba preparando, debía hacerlo antes de un mes que era la fecha fijada para la fiesta.

Llevaba tres días en el castillo, ya se sentía prisionera y con los nervios a flor de piel, Alexander no había pasado por allí, había hablado con Arthur el dueño del hotel del pueblo, para que corriera la voz entre los bares y tabernas, sabia que cuando él llegara la avisarían.

Aunque el cielo amenazaba lluvia pensó que si permanecía un minuto más dentro de los muros del castillo, sus nervios le gastarían una mala pasada, así que decidió que daría un paseo a caballo, se cambio rápidamente de ropa, cogió el teléfono móvil, por si la llamaba Arthur y bajo a las caballerizas, ensillo a Azabache, era el caballo que le había regalado su padre en su mayoría de edad, y salió a galope hacia el pueblo….

Henry había dado por hecho que Victoria era una MCalister, estaba en un error, Victoria había sido acogida por esta familia después de la tragedia que sufrió toda su familia ; desde entonces había vivido con los MCalister y podría decirse que era una más del clan, pero ella a pesar de la gratitud que sentía por esta familia seguía considerándose una MQuilín.

La última vez que vi a Victoria, no me pasó desapercibido la atracción que sentía por el joven Alexander, era joven, apuesto, con una carrera prometedora en los negocios de su padre y con los contactos políticos para triunfar, por contra había demostrado ser despiadado con sus rivales, con los débiles, aunque cara a la galería siempre mostraba una sonrisa amable, de trato exquisito y cortés, había sabido mantenerse lejos de la primera línea, pero parecía que eso estaba cambiando, últimamente se le veía en todas las tomas de decisiones del clan y más allá de eso empezaba a aparecer en los diarios más importante como el futuro líder que traería progreso y acabaría con las injusticias y las desigualdades sociales.
Estaba sentado en las escalinatas del castillo, cuando vi salir al joven Alexander, cogió su deportivo y arrancó derrapando hacia la espesura de la noche.
Mantenía entre mis manos una nota arrugada, un nombre aparecía en la nota , el nombre era "Alexander", mi objetivo, había abandonado la fiesta, era hora de marcharse , salté las escalinatas , puse en marcha el BMW encendí el DVD y seguí la estela del Lamborghini que acaba de salir del castillo.

Las historias se cruzan y se separan , lo que parece claro, se vuelve oscuro y la realidad se disfraza de un velo mágico.
Los druidas buscan la iluminación , el acceso al "awen", aman la naturaleza y trabajan por restablecer el equilibrio en el mundo, son conscientes que existen otras realidades en el mundo físico.

Awen en el lenguaje celta significa inspiración y representa la iluminación espiritual, la armonía entre los opuestos ya que los rayos de la izquierda y de la derecha simbolizarían respectivamente al hombre y a la mujer y el rayo central la armonía entre ellos.

La vida según la tradición irlandesa es como una espiral , en el camino de esa espiral se encuentra el laberinto, la verdad y el conocimiento , para llegar a la iluminación. Muchas de sus leyendas hacen referencia a ese mundo, como Tir Na Nóg, o el país de la eterna juventud, Avalon el país de las manzanas o del conocimiento.

El mago volvió a recordar los preceptos: Eran tan antiguos como la misma magia
Deberéis jurar que nunca causaréis daño a ningún otro hombre o mujer salvo en defensa propia. Esto incluye a personas de cualquier clase, condición, estado criminal o edad. Todas.
Deberéis jurar obedecer las órdenes de cualquier mago a menos que estas impliquen quebrantar la ley. Dicho esto, no estáis obligados a hacer nada que consideréis moralmente incorrecto o que entre en conflicto con vuestra religión o tradiciones.
Deberéis jurar que nunca utilizaréis la magia si no es bajo las instrucciones de un mago. Esto es por vuestra protección. No practiquéis ninguna forma de magia sin supervisión, a menos que vuestro maestro o tutor os haya concedido permiso.
Eran leyes claras que se impartían a los principiantes.

Cerró el libro que ocupaba uno se los estantes de la habitación, cerró los ojos y le vino a la memoria las palabras de su reciente amigo Henry ,"hay leyendas, cuentos que dicen que los MCalister , tienen poderes sobrenaturales".

Mis pensamientos se habían quedado anclados con el último encuentro que había tenido con Victoria.

Me encontraba en la taberna de "the arm's of the king" cuando, vi  a Victoria acercarse montando un caballo negro, es cuando decidí que era el momento justo para presentarme.
Salí a la entrada de la taberna -Buenos días Victoria, mi nombre es Mikel, estuve como invitado de los  MCalister en la última fiesta que se celebró, aunque no coincidimos ni nadie tuvo el gesto de presentarnos.
El caballo , paró a una orden de las riendas, se encontraba intranquilo como su jinete, que se quedó paralizada ante mi presencia, me miró sorprendida.
Victoria era de una belleza insultante , unos ojos de mirada profunda de color violeta , el pelo cobrizo, lo llevaba recogido en una trenza, insinuaba curvas infinitas, tenerla tan cerca nubla los sentidos, allí estaba yo frente a ella esperando algún tipo de respuesta, se mantenía paralizada encima de su alazán.
Perdona , esta intromisión, soy periodista de investigación, continúe, estoy preparando un documental sobre castillos de la zona me gustaría contar con tu aprobación y tu participación.
Y... porqué yo? , soltó arisca.
Formas parte de la familia de los MCalister, una opinión de alguien de la familia sobre su historia, anécdotas, misterios , ayudaría , siempre que accedieras por supuesto, también tu currículum, tu trabajo como directora de interiorismo, pensé que eras la persona idónea, pero supongo que lo tendrás que pensar, sé que no es el lugar para una proposición como esta, pero así es mi profesión, aprovechar las oportunidades, también lo puedo intentar por la vía formal, piénsatelo , estoy alojado en el hotel, me gustaría invitarte a cenar, ver los detalles juntos y compensar en algo esta intromisión.
Qué me está pasando, pensaba Victoria, un extraño, me propone en medio de la calle , no se qué, de documental, decide invitarme a cenar para ver no sé qué tipo de detalles, me paralizo y aún estoy pensando si aceptar?
Por alguna razón sentía algún tipo de conexión con aquel forastero, que sin embargo conocía, fue ese segundo en que ella cruzó su mirada, en ,,,,,, dejó de pensar.
De acuerdo , contestó de repente Victoria , mañana en el hotel a las 7, Mikel, - dijo su nombre.
No tengo ropa de etiqueta, ha sido un viaje relámpago y vengo sin la ropa adecuada, qué te parece si quedamos con ropa informal, no quisiera estar fuera de lugar.
Con ropa informal, dijo Victoria, no prometo que lo del documental se pueda llevar adelante, no depende de mí, y tan siquiera sé , si quiero participar , pero mañana te confirmaré el resultado y mi decisión.

El animal respondió a los deseos de Victoria sin necesidad de palabras, gestos o presiones como sería normal en cualquier otro jinete, el caballo era de tanta clase como la amazona que lo montaba, color negro y de sangre árabe, parece como uno fuera la extensión del otro, levantó la pata derecha dando dos golpes en el suelo y trotó llevándose a Victoria.

Victoria , se marchó con una sensación extraña, tan extraña como el encuentro con Mikel, ¿ que le estaba sucediendo?, ¿Cómo se encontraba tan indefensa delante de Mikel?, Mikel volvió a repetir,, intentó quitárselo de la cabeza y recurrió a Alexander su chico de ojos verdes , según se iba alejando , iba lamentando haber accedido de una manera tan repentina a las proposiciones de Mikel que sabía cosas de su trabajo que muchos de sus allegados desconocían y eso la inquietaba aún más.

Muchacho, verdaderamente tienes poder de persuasión, no puedo creer que Victoria haya aceptado cenar nada menos que contigo, y si he escuchado la conversación, dijo Henry, que apareció nada más irse Victoria.
Nada menos y nada más, cotilla, dije sonriendo...  ahí te quedas, me voy que tengo cosas qué hacer.
Cuidado donde te metes chaval, hay veces que es mejor no ir por ciertos caminos, pueden ser  peligrosos, y tú te estás metiendo en uno de ellos, remató el bretón.
Henry tengo unos años deja de sermonearme ya, me estás diciendo que Victoria es peligrosa?

 

Conforme se fue alejando de Mikel, fue saliendo de su influencia y pensó que estaba loca por haber aceptado una proposición así, pero después lo aparto de su mente rápidamente, debía de localizar a Alexander y darle las noticias que tanto la estaban inquietando, aun se resistía a ir buscarlo, por otra parte la conversación que había escuchado momentos antes cuando estaba escondida, la preocupaba mas de que quería demostrarse a si misma, sabia que esos maleantes de baja calaña, no la buscaban para invitarla a una fiesta precisamente, o tal vez si, quizás esa fuera su intención y así concluir en la dichosa fiesta de los Colville lo que había empezado 10 años antes. Pero esta vez ella no dudaría en pedir ayuda a todo lo que se la pudiera prestar, no se iría sin luchar, casi inconscientemente abrió una linea luminosa y comprobó que su poder estaba mas alerta que nunca, la cerro de inmediato y se reprendió a si misma por hacer algo así, solo faltaba que por una tonteria, delatara su posición, siguió cabalgando y comprendió que debería de ir al encuentro de Alexander, no podían perder mas tiempo, cuando este era tan escaso, así que poniendo a Azabache al galope, se dirigió hacia el castillo donde sabia que se alojaba el joven duque, aun no había pensado como lo abordaría, pero tenia claro que no saldría de allí sin haber hablado con él.

Cuando llego ante el castillo uno de los mozos salió a recoger su montura y un mayordomo entrado en años, salió a recibirla a la escalinata que subía hasta la puerta principal, al preguntarle el motivo de su visita, ella no dudo en decirle que deseaba ver al duque de Colville, para presentarle sus respetos como buena vecina, pues le había llegado la información que se alojaba allí como invitado, cual no seria su sorpresa al enterarse por el mayordomo que el señor duque, había salido de caza y no se le esperaba antes del anochecer, rumiando su mala suerte volvió a subir sobre su montura y partió al galope de vuelta hacia su castillo, como un relámpago salto a su mente la idea de que ese joven periodista, Mikel, escondía algo importante que estaba relacionado con toda esta trama en la que se veía envuelta y por un momento su sexto sentido le dijo que no debía de tener nada de él, un poco más tranquila al respecto llego a casa, dejo a Azabache en las caballerizas y subió rápidamente las escaleras, pensando lo escurridizo que se había vuelto el joven de ojos verdes, aunque conocía su nombre, aun le gustaba pensar en él de esa forma, no había llegado al final de las escaleras cuando su ama de llaves la llamo desde el vestíbulo; señorita victoria tiene usted una visita, la hice pasar a la biblioteca, desandando lo que había subido le pregunto si había dado su nombre. Por supuesto señorita, quien la espera es el señor Alexander Colville, vino a presentar sus respetos y al saber que usted había salido a dar un paseo en caballo, decidió esperarla, alegando que no tenia nada mejor que hacer.....

Victoria se encamino hacía la biblioteca aterrorizada, pero a la par resuelta ha hablar con el joven de los ojos verdes, de una vez por todas, a pesar de no saber como iba a sacar el tema y como iba a reaccionar él, pensó que no podía evitar por mas tiempo esa conversación, ya que el tiempo jugaba en su contra.

Al entrar en la biblioteca lo vio de espaldas a la puerta y no pudo por menos que decirse a si misma, que era un apuesto joven y que aun recordaba las tardes que pasaron juntos cuando él estuvo en los dominios de su familia.

Alexander estaba mirando por las cristaleras y pensando como podría conseguir el perdón de esta hermosa mujer por todo el daño causado a su familia, y recordando esas tardes que pasaron juntos y que hicieron mucho mas amenos esos días tan horribles, que pasó en su propiedad, tenia muy presente esos ojos color violeta que jamás olvidaría y reconocería en cualquier parte. 

Victoria hizo un pequeño ruido para llamar la atención de su visitante y al volverse no pudo evitar un ligero sonrojo.

- buenas tardes señor Colville, me han dicho que estaba usted esperándome

_Buenas tardes señorita MQuilín, le han informado bien, quería hablar con usted si es tan amable, el tema es un tanto doloroso para usted, pero creo que es necesaria esta conversación, para poder pedirle perdón por todo lo que acontecido en el pasado, ya se que es mucha mi osadía al pedirlo, pero quiero hacerle entender como sucedieron las cosas y si es posible conseguir su perdón. 

Victoria jamás hubiera  esperado que él fuera a su casa a pedirle perdón, siempre había sospechado que la buscaban para acabar lo que había empezado hacia 10 años en el castillo de sus padres, y debió de notarse en su rostro, pues el joven Alexander no sabia como interpretar lo que estaba viendo en su faz. 

una vez repuesta de la sorpresa, y confiando que si eso era lo que esperaba de ella, no tendría problemas con él, se animo a hablar.

_eso no es importante ahora, dijo ella, necesito contaros algo de suma importancia para vuestra familia, y no se muy bien por donde empezar.

Alexander no entendía nada, pero la dejo que explicara eso tan importante.

_he escuchado que vais a dar una gran fiesta en vuestra mansión y no deberías hacerla, es de suma importancia que esa fiesta no se realice e incluso que en esa fecha no estéis cerca de vuestro hogar, debéis de prometerme que me haréis caso en esto.

-y por que debería de haceros caso? es muy absurdo lo que me decís, y esperáis que sin mas explicación posponga una fiesta que lleva planificada desde hace meses y a la que asistirá todas las personas importantes del condado.

-no puedo deciros como lo se, pero si esa fiesta se realiza, toda vuestra familia y amistades corréis un gran peligro, espero que me creáis.

_peligro? no se de que habláis, pero desde luego que no suspenderé esa fiesta. a menos que tengáis una razón que sea fiable.

abatida se dejo caer en un sillón y enterró el rostro entre sus manos, no entendía porque le era tan difícil hacerle caso, aunque no se conocieran casi de nada, conocía a muchas de sus amistades comunes y le constaba que él había preguntado por ella muy discretamente. y que sabría que ella era una persona pacifica, jamás le haría daño a nadie.

-acaso pensáis que el peligro tiene algo que ver conmigo? le pregunto

-jamás pensaría que representáis un peligro para mi o mi familia, pero entended que lo que me pedís es un absurdo, sin dar una explicación, tan solo decís que debo anular una fiesta, porque estamos en peligro.

ella se iba poniendo mas nerviosa a cada momento, debería evitar que esa fiesta se realizara y no sabia como hacerlo, decidida a conseguir lo que se proponía, decidió contarle todo lo que había oído en la fiesta de sus mentores.

-recordáis la ultima vez que nos encontramos, le pregunto? 

-como olvidarlo, salisteis corriendo como alma que lleva el diablo, aunque bien mirado es lo que soléis hacer cada vez que coincidimos, no debería de extrañarme a estas alturas. 

ella puso cara moina y no quiso prestarle caso a lo que decía

-en esa fiesta, por razones que no vienen al caso, yo me encontraba en la biblioteca cuando entraron dos hombres.

-porque huíais de mi, dijo él.

lo miro con ojos que no presagiaban nada bueno, es que no podrá estar callado, hasta que le cuente todo lo que paso?, Alexander entendió que lo quizás había ido demasiado lejos con su comentario y guardo silencio.

- no os diré el motivo, pero cuando oí abrirse la puerta,  me escondí detrás de las cortinas y fui testigo de lo que allí sucedió.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuara...